Gran tarde de aventuras indoor: Ideas para sobrevivir a días de lluvia

¿Llueve afuera? Entonces... ¡que empiece la aventura (bajo techo)!
Cuando la tormenta dice “hoy no se sale”, la sala puede convertirse en un taller de arte comestible, una cueva secreta llena de historias o una cocina de exploradores sensoriales.
No hace falta nada demasiado sofisticado: con algunas cositas que seguro ya tienes en casa y mucha imaginación, se puede transformar un día gris en uno lleno de magia (y sin romper nada 🤞).
En esta guía Mongui te compartimos 5 actividades para días de lluvia en casa. Porque, ¿quién dijo que quedarse adentro tenía que ser aburrido?
🎨 Pintura comestible: arte sin cochinadas
Qué necesitas:
- Yogurt natural.
- Colorantes naturales: cúrcuma, jugo de betabel, de arándanos o el pouch Mongui favorito de tu peque 😉
- Recipientes pequeños.
- Pinceles (o deditos curiosos).
- Un cartón, cartulina o papel grueso.
Cómo se juega:
🟠 Primero, extiendan una cartulina o cartón sobre la mesa o el piso.
🟠 Invita a tu peque a mezclar el yogurt con los colorantes en recipientes pequeños y ver cómo cambian los tonos. Si todavía está muy chiquitx para hacerlo sin ayuda, pueden hacerlo en conjunto o dejarle elegir los colores mientras tú los mezclas. Lo importante es que se sienta parte del juego desde el inicio.
🟠 ¡Dejen que fluya la creatividad! Usen pinceles, dedos, sellos con frutas o incluso cucharitas o cepillos viejitos (limpios, claro) para crear formas y texturas.
Mongui TIP: Este juego estimula la motricidad fina, la exploración sensorial y la imaginación. Y si algo va a la boca, no hay drama: todo es comestible, seguro y divertido.
🍊 Cata de nuevos sabores
Qué necesitas:
- Una bandeja.
- Cucharitas.
- Trocitos de fruta blanda (plátano, mango, sandía, manzana cocida).
- Verduras cocidas o al vapor (camote, brócoli blando, calabaza).
- Yogurt natural, trocitos de queso sin sal, arroz blanco, etc.
- 1 o 2 Monguis distintos.
- Servilleta o trapito húmedo (siempre viene bien 😉).
Cómo se juega:
🟠 Prepara una bandeja con pequeñas porciones de cada alimento. Elige opciones blanditas, naturales y seguras para su edad. Que se vea colorida y apetitosa.
🟠 Preséntale el juego como una misión especial: “Hoy eres un catador profesional de sabores misteriosos” 🕵️
🟠 Ofrece cada alimento de a poco y acompáñalo en la exploración. No hace falta que adivine —la idea es descubrir texturas, formas y sabores y ponerlo en palabras.
Puedes preguntarle:
▪ ¿Cómo se siente?
▪ ¿Está frío, suave, crujiente?
▪ ¿Te recuerda a algo?
▪ ¿Qué sabor tiene?
Mongui TIP: Este juego es ideal para introducir sabores nuevos de forma relajada y divertida. Estimula la curiosidad, el vocabulario y la conexión emocional con la comida. Y si se animan a probar algo nuevo… eso ya es una victoria.
🏕 Guarida secreta a prueba de lluvias
Qué necesitas:
- Sábanas, mantas o cobijas.
- Sillas, sillones o mesas para construir la estructura.
- Almohadas o cojines para el piso.
- Luces navideñas o linterna (opcional).
- Libros, juguetes o peluches.
- Una canastita con snacks: fruta en trocitos, un pouch Mongui y agua.
Cómo se juega:
🟠 Construyan en conjunto la guarida: una cueva, una tienda de campaña, una nave espacial o la casa secreta de un duende. Usen sillas, mantas y cojines para armar la estructura.
🟠 Luego viene la decoración: luz tenue, almohadas en el piso, peluches como guardianes… ¡que no falte el toque mágico! El armado también es parte de la aventura.
🟠 Cuando esté lista, preparen juntos la canasta de provisiones para llevar a la guarida: su Mongui favorito, fruta cortadita y un termo con agua.
🟠 Una vez adentro, ¡comienza la aventura! Pueden organizar un picnic bajo techo, leer cuentos en voz alta o hasta montar una función de teatro de sombras con linternas.
Mongui TIP: Jugar a construir guaridas estimula el desarrollo cognitivo y emocional. Cuando tu peque inventa historias o transforma una manta en una nave espacial, está fortaleciendo la creatividad, el lenguaje e incluso su capacidad para resolver problemas.
Lo cotidiano también puede ser mágico
A veces, no se trata de grandes planes. Basta una tarde bajo techo, una idea original y muchas ganas de jugar… ¡y de dejarse sorprender!
Si algo nos recuerdan los días de lluvia es que lo cotidiano también puede volverse extraordinario. Que una guarida de sábanas o unos botecitos con yogurt de colores pueden convertirse en el mejor recuerdo del día.
Y si mañana vuelve a llover… ya saben por dónde empezar ☔💛